viernes, 25 de mayo de 2007

QUIENES SON VICTIMAS DEL TERRORISMO


En un mundo moderno signado por los conflictos armados y el creciente despliegue del terrorismo, crece en importancia el concepto que representa a las víctimas de los conflictos armados, generalmente conocidas como víctimas del terrorismo.

Existe un lenguaje común que las caracteriza. Sus vidas, sus bienes y sus oportunidades de futuro fueron seriamente dañadas por perpetradores que conscientemente las sacrificaron como un medio para la obtención de sus fines políticos. Su sufrimiento las iguala y las aglutina alrededor de todo el mundo, sin importar las diferencias de origen de sus victimarios, ni la validez de sus reclamos.

Sin embargo, el nombre de víctimas del terrorismo amerita algunas consideraciones previas, a partir de las características de quienes les infringieron el daño.

Cuando no existe un conflicto armado como por ejemplo el caso de España, donde las acciones de la ETA son consideradas actos de una organización terrorista, el Estado español controla esta situación mediante la acción de unidades especializadas de la policía, la aplicación del Derecho de la Paz y una acción legislativa apropiada que tipificó al delito de terrorismo, en el derecho doméstico español. Las víctimas en, este caso, se denominan víctimas del terrorismo.

En cambio, cuando se trata de un conflicto armado como ocurre en Colombia con las FARC o como ocurrió en Argentina en los 70, donde los ejércitos revolucionarios plantearon la toma del poder por medio de la lucha armada, los actos terroristas pasan a ser una táctica del conflicto armado, las acciones por su magnitud requieren la presencia de las Fuerzas Armadas y corresponde aplicar el Derecho de la Guerra, denominándose a las víctimas como víctimas del conflicto armado, aunque hayan sido el resultado de un atentado terrorista.

La población civil de un Estado es el eslabón más débil y por lo tanto son los sujetos a proteger. Cuando dos ejércitos se enfrentan ambos deben respetar las reglas de la guerra contenidas en las Convenciones de Ginebra que protegen a la población civil que está desarmada y no participa del conflicto.

La violación de lo enunciado en el Derecho Internacional Humanitario debido al ataque indiscriminado contra la población civil, como suele hacerlo el terrorismo, da origen a las víctimas de un conflicto armado al cometer violaciones graves de dicho derecho. Por ello, es fundamental que la población conozca quiénes son consideradas víctimas de un conflicto armado, más conocidas como víctimas del terrorismo, quiénes se encuentran alcanzados por este concepto, como así también cuál es el ordenamiento jurídico que las protege, qué derechos tienen y cómo ejercerlos.

Primordial es que comencemos dando una definición acerca de las víctimas de los conflictos armados.

Existe acuerdo en la comunidad internacional para entender que Víctima es toda persona que haya sufrido daños, individual o colectivamente, incluidas lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdidas económicas o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales como consecuencia de acciones u omisiones que constituyan una violación manifiesta de las normas del Derecho Internacional Humanitario. También en los casos en que corresponda y de conformidad con el derecho interno de cada país, el término víctima también comprenderá a la familia inmediata o las personas a cargo de la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para prestar asistencia a víctimas en peligro o para impedir la victimización. (1)

Las personas unidas por el dolor y los daños causados a sus vidas por acción de un conflicto armado comparten el mismo origen y, como integrantes de la población civil, son los que tanto en tiempo de paz como de guerra tienen que ser protegidos de los ataques terroristas: el almacenero con un coche bomba enfrente a su negocio, o la señora que en la Argentina de los 70 fue acribillada a balazos mientras vendía diarios en una esquina, presa de las balas de una célula terrorista que iban dirigidas a un militar; o la figura política que está secuestrada desde hace años en un campamento en la selva colombiana.



La Sra. Ana Carro, miembro de la Comisión Directiva de AVT - Asoc. Víctimas del Terrorismo (España) con la Directora del CELTYV, Dra. Victoria Villarruel - Madrid - Marzo de 2007



Todos estos ejemplos comparten su condición de víctimas de un conflicto armado y miembros de una población civil cuyos derechos no han sido respetados por los ejércitos irregulares.Ahora bien, en un conflicto armado, la población protegida no sólo está integrada por los civiles y los combatientes de los ejércitos en pugna a quienes ampara el Derecho Internacional Humanitario cuando se hallan en situación de descanso, aquellos que están heridos o prisioneros del enemigo. Así, ambos –civiles y combatientes– integran el segmento especialmente protegido por las disposiciones del Derecho de la Guerra.

Como lo hemos mencionando, el ordenamiento jurídico que se avoca a estas situaciones especialmente delicadas es el Derecho Internacional Humanitario, el cual emana del Comité Internacional de la Cruz Roja que, desde fines del siglo XIX, trabaja para crear reglas que respeten todos los ejércitos (legales e irregulares) del mundo, ante un conflicto armado.Este derecho de la guerra estipula el comportamiento de los ejércitos en el trato a los prisioneros, a los enfermos y heridos, poniendo total énfasis en el respeto irrestricto a la población civil.

Por ello, entre las acciones prohibidas a los ejércitos se encuentran los actos de terrorismo, por ser actos que sólo pretenden infundir terror entre la población civil.

Frente a un conflicto armado, los derechos de los cuales gozan las víctimas del mismo son: el derecho a la verdad, el derecho a la justicia y el derecho a la reparación.

El ejercicio de estos derechos debe ser garantizado por el Estado a través de su derecho interno, del derecho internacional consuetudinario o de los tratados en los que es parte, asegurando a las víctimas del conflicto armado un acceso igual y efectivo a la justicia, una reparación adecuada, efectiva y rápida del daño sufrido y acceso a información pertinente sobre las violaciones y los mecanismos de reparación, de manera de que los procedimientos jurídicos y administrativos que ellas deban enfrentar para obtener verdad, justicia o una reparación, no den lugar a un nuevo trauma.

La desinformación general, junto con la ausencia de la protección del Estado desde 1983 en adelante, han llevado a la terrible situación de injusticia en la que se encuentran desde hace décadas las víctimas del terrorismo, que no son reconocidas como tales ni gozan de ningún derecho y el Estado les deniega expresamente su acceso a la justicia.

Hoy su dolor se repite nuevamente por los daños sufridos y por la desidia de los gobernantes, que vuelve a matarlas constantemente. Por eso, sepamos quiénes son las víctimas para poder reclamar el lugar que les corresponde.
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(1) Resolución 60/147 de la Asamblea General de Naciones Unidas - 16/12/05.

jueves, 17 de mayo de 2007

UN AVIÓN HÉRCULES C-130 DE LA FUERZA AÉREA FUE DERRIBADO EN EL AEROPUERTO DE TUCUMÁN - 28/08/75

CRONICAS DEL CONFLICTO ARMADO DE LOS 70


Ese día cuando todavía no habíamos salido del estupor de hechos similares, recibimos una noticia que nos conmocionó, el avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina, matrícula TC-62 había sido derribado a las 13:05 horas, por una bomba (160 kg. de explosivos) colocada y hecha estallar por control remoto, en plena carrera de despegue, aprovechando un desagüe que pasaba por debajo de la pista de aterrizaje del Aeropuerto de Tucumán "Teniente Matienzo".
La magnitud de la explosión dejó un cráter en el cemento de 12 metros de diámetro por 2 metros de profundidad. El terrible atentado fue obra de Montoneros.

En el avión se trasladaban 114 efectivos de la Gendarmería Nacional, con destino a la Provincia de San Juan, de los cuales, seis fallecieron y más de 60 resultaron heridos, nueve de ellos de gravedad.

Esta operación realizada por terroristas del Ejército Montonero, se llevó a cabo con una gran precisión, pero la pericia de la tripulación permitió evitar que este atentado criminal alcanzara proyecciones de catástrofe, salvando las vidas de más de un centenar de gendarmes que se encontraban a bordo, y el consecuente desastre que podría haberse ocasionado se se precipitaba sobre el Barrio Obrero situado a continuación de la cabecera de pista de dicho Aeródromo.

El aparato se destrozó al caer a tierra y quedó envuelto en llamas, explotando con impresionante violencia. Toda esta situación produjo escenas de pánico entre los habitantes de la zona próxima al Barrio San Cayetano.

Los restos del avión quedaron esparcidos en un radio de aproximadamente 300 metros, mientras que el grueso de la estructura se incendió a un costado de la pista envuelto en llamas y en medio de una columna de humo negro visible a gran distancia del lugar.

Las tareas de rescate se hicieron muy difíciles para los bomberos que estaban atacando el fuego, debido a las explosiones posteriores, causadas por los tanques auxiliares de combustible y los pertrechos militares que se transportaban a bordo.




Uno de los sobrevivientes de este terrible atentado Alberto M. nos relataba lo siguiente:
"
Conocí a todos (los fallecidos), pero especialmente a uno de ellos Evaristo Gómez. Era un gendarme de la provincia de San Juan que prestaba servicios en la Sección Calingasta en San Juan. Él un día, me manifiesta sus deseos de dejar Gendarmería para continuar una carrera deportiva como jugador de fútbol en la Liga Sanjuanina de Fútbol. Tengo una charla con él y le hago ver la posibilidad en Gendarmería de una carrera con mayor solidez, que era lo más conveniente para su futuro y le doy un tiempo razonable para que él piense. A las 24 hs. se presenta y me dice que seguirá en Gendarmería. Él integró ese equipo que va a Tucumán y en el atentado cuando el avión ya había caído, comenzamos a salir por las aberturas en llamas que se habían producido, y él queda atascado en una abertura, como era muy corpulento con la mitad del cuerpo afuera, agitando su brazo y pidiendo auxilio, pero era prácticamente imposible acercarse a 10 o 15 metros, él murió y eso me impactó muchísimo".

Las vidas que se pudieron salvar fueron acciones heróicas por parte de los bomberos, la gente del lugar, como así también los tripulantes del Hércules y gendarmes que habían podido salir de ese infierno y volvieron a rescatar a los que quedaron atrapados entre los restos del avión, que terminó totalmente destruído.

En esta acción valerosa pereció por asfixia el Gendarme Raúl CUELLO, quien salió ileso del avión y entró repetidas veces, salvando valiosas vidas, hasta quedar atrapado por las llamas en el que sería su último intento, dando un ejemplo de valor y coraje llevados hasta el supremo sacrificio.



También fallecieron asesinados en este atentado, los Gendarmes:

- Evaristo Gómez

- Juan Argentino Luna

- Marcelo Godoy

- Pedro Yáñez

- Juan Riveros

- Raúl Cuello


Las autoridades del gobierno constitucional a cargo de la señora Presidente de la Nación Argentina, Señora María Estela Martínez de Perón, condenaron enérgicamente este accionar subversivo.

sábado, 5 de mayo de 2007

2 de Julio de 1976 - 30 años de uno de los atentados más violentos de la década del 70.



El 2 de julio de 1976 Josefina Cepeda decidió romper la rutina para ir al centro.
Antes de despedirse de su marido, que se quedaba atendiendo la gomería, se preocupó por dejarle la comida preparada para él y su hija.
Josefina estaba contenta, hacia tiempo que quería ir al centro, había aceptado una invitación de su amiga para almorzar en el comedor de Seguridad Federal.
Jamás imaginó que a las 13.20 hs. de ese día, iba a morir en uno de los más audaces atentados terroristas, que la guerrilla marxista realizó en América Latina.

Un ex agente de la Policía Federal, enrolado en las filas de la organización terrorista Montoneros, fue quien puso la bomba en el Comedor del edificio de la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal Argentina.
Próximo al Departamento Central de Policía, en Moreno 1417, el comedor del personal, en la planta baja de ese edificio, estaba colmado, cuando explotó el poderoso artefacto que destruyó la mayor parte de las instalaciones incluyendo dependencias próximas.

El criminal atentado fue llevado a cabo por el ex Agente de Comunicaciones José María Salgado. Éste, al irse de baja omitió devolver su identificación, que le franqueaba la posibilidad de almorzar en el lugar, de uso para todo el personal policial e invitados; pues el Departamento Central -a media cuadra de distancia- no contaba con un comedor como ése.
Salgado asistió regularmente llevando diferentes paquetes con la finalidad de pasar airoso frecuentes ensayos, hasta conseguir que ya no le pidieran identificarse ni revisar los bultos inocuos que portaba.


Finalmente el 2 de julio de 1976 recibió de manos del cabecilla montonero Rodolfo Walsh (a) "Esteban", una bomba de alto poder letal -una Claymore o "mina vietnamita" cargada con pequeños fragmentos de metal - y concurrió al "blanco" seleccionado, pasando por la guardia con un simple saludo como ya era costumbre.

Terminado su almuerzo, dejó en una silla semioculta por el mantel la mortífera carga que 7 minutos después, habría de causar 24 muertos y 66 mutilados, ciegos, quemados y heridos graves entre policías, familiares e invitados.

La Conducción Nacional de Montoneros bajo la Jefatura de Mario Firmenich, había autorizado a su Departamento de Informaciones e Inteligencia -conducido por Rodolfo Walsh, que respondía a la Secretaría Militar cuyo jefe era el capitán Marcelo Kurlat (El Monra), hacer un atentado contra la Superintendencia de Seguridad de la Policía Federal.

La estrategia ideada por el Aparato de Inteligencia y el Área Federal de Prensa comenzaron a trascender en el diario montonero Noticias, dirigido por Miguel (Cogote) Bonasso, elaboradas por Walsh, Verbitsky y Carlos Goldemberg. Para lo cual Inteligencia de Montoneros había decidido que en el mes de marzo de 1976 se incorporara a la Policía Federal, como “agente-colimba”, el “miliciano” Juan Carlos Salgado, quien por sus funciones tenía la posibilidad de almorzar en el comedor de la Superintendencia elegida. Walsh y Verbitsky habrían trabajado sobre el infiltrado impartiéndole las siguientes instrucciones:

· Reunirse diariamente con sus superiores, en el caso ellos mismos, para facilitarles información sobre el funcionamiento de la Superintendencia y los nombres de los jefes principales.
· Robar documentación, como planillas, en la que figuraran domicilios, teléfonos, mapas, planos del edificio, para determinar dónde y cómo ubicar el explosivo.
· Determinar los horarios de entrada y de salida del personal, con sus respectivos vehículos y la forma de interferir las comunicaciones, para lo que tenían los medios adecuados.

Siguiendo las instrucciones, Salgado les comunicó a aquéllos que al comedor no concurrían jefes policiales importantes; que quienes lo hacían eran, en su mayoría, personal civil y de baja graduación, preeminentemente personal femenino de la sección administrativa.

No obstante ello, Walsh y Verbitsky le indican a Salgado que el explosivo que debería colocar sería una bomba del tipo vietnamita, comenzando éste a prepararse trabajando con expertos en explosivos.

Aquéllos se inclinaron por ese tipo de bombas por la onda expansiva que producen y la gran cantidad de bolas de acero que contienen, por lo cual, si no matan, producen discapacidad permanente en las víctimas.

En el reportaje al dirigente montonero Mendizábal, en la Revista Cambio 16 expresó que se había utilizado un artefacto con 9 kgs. de trotyl y 5 kgs. de bolas de acero, accionado por un dispositivo de relojería, introducido por un infiltrado en la policía, quien había entrado durante una semana con un paquete similar pero inofensivo, como prueba por los controles de seguridad.



LAS VICTIMAS

. Oficial Ay. Alejandro Castro

· Cabo Ernesto Agustín Suani

· Cabo Primero Carlos Shand

· Sargento Juan Paulik

· Sargento Rafael Modesto Muñoz

. Sargento Bernardo Roberto Tapia

· Supernumerario David Ezequiel Di Nuncio

· Oficial Inspector David Ron

· Suboficial Auxiliar José Hilario Carvasco

· Sargento María Esther Pérez Canto

. Sargento (R) Romualdo Rodríguez

· Sargento Bernardo Roberto Zapi

· Agente José Roberto Iacovello

· Agente Juan Carlos Blanco

· Agente Alicia Esther Lunati

· Agente Ernesto Alberto Martinzo

· Cabo Genaro Bartolomé Rodríguez

· Sargento Adolfo Chiarino

· Cabo Elba Hilda Gazpio

· Cabo Vicente Iore

. Sra. Josefina Cepeda

Como consecuencia de las heridas recibidas, fallecieron:


· Supernumerario Ramón Arias el 7 de julio de 1976.

· Sargento Marta Olga Pérez de Bravo el 9 de julio de 1976.

· Oficial Ayudante Héctor Castro el 11 de julio de 1976.


· 60 HERIDOS.

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